Encuentro Familia Carlos de Foucauld de Andalucía y Murcia
Guadix 22-24 de noviembre de 2013
Texto de las 2 ponencias de Marc Hayet
Habrá como 3 partes:
- Hacerse
pequeño es el camino de Jesús
- ¿Cómo este
“hacerse pequeño” es una forma de hacerse hermano? ¿De dónde viene?
- ¿Y nosotros
qué? Como discípulos de Jesús y también “discípulos” de Carlos de Foucauld
Hacerse pequeño es el camino de Jesús
Empiezo con una
especie de evidencia para nosotros cristianos: cuando Dios manda a su hijo, le
manda como hombre de Nazaret y no de Jerusalén, como hombre del pueblo y no
como escriba o doctor de la ley, a la escuela de la vida ordinaria y no al
seminario de teología…
Parece evidente
pero muchas veces no miramos o nos olvidamos de las consecuencias concretas.
Consecuencias concretas : empieza la vida como desplazado y la termina con
condena de criminal… ¡Vaya recorrido!
Es interesante ver
cómo el evangelio nos presenta a Jesús:
- La ofrenda de María y de
José con ocasión de la presentación de Jesús es la ofrenda de las familias
modestas (Lev. 12, 6-8), ni de los grandes, ni de los más pobres (el levítico
propone una ofrenda para familias más pobres: un poco de harina, Lev. 5,11).
- Tanto Nazaret como Galilea
son lugares insignificantes en la historia de la salvación y por lo tanto
profundamente despreciados: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?” pregunta
Natanael (Jn 1, 46); “Estudia y verás que de Galilea no salen profetas” dirían
los fariseos (Jn 7,52).
- Cuando Jesús comienza a
enseñar y a curar, la gente de Nazaret se queda completamente extrañada,
incluso escandalizada: “¿De dónde saca éste su saber y sus milagros? ¿No es
este el hijo del carpintero?” (Mt 13,58). También la gente de Jerusalén se
sorprende y pregunta: “¿Cómo tiene ese tal cultura si no tiene instrucción?” (Jn 7,15).
Estos interrogantes
tienen una respuesta muy esclarecedora en los evangelios: “Se volvieron a
Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño crecía y se fortalecía, llenándose de
saber; y la gracia de Dios le acompañaba” (Lc 2,39ss y Lc 2, 51ss). En dos
momentos, después de dos escenas que se desarrollan en el Templo, se nos
presenta Nazaret, este pueblo desconocido y cualquiera, como lugar de
crecimiento, de gracia y escuela de sabiduría. Y lo que más llama la atención
es que los textos de Lucas hacen referencia a la historia del joven Samuel (Lc.
2,52 que retoma 1 Sm 2,26). Pero para Samuel (y el texto lo precisa varias
veces) el lugar de crecimiento en el servicio de Dios será el Templo (1 Sm 2, 11.18.21.26
y 1 Sm 3). Es significativo y ciertamente intencionado que Lucas recoja la
misma expresión para subrayar mejor la diferencia radical y la novedad de la
situación de Jesús: nada especial en su vida; él es sencillamente uno más del
pueblo de Nazaret.
Enlace al texto completo de las ponencias: