Betania y Nazaret: Dos lugares centrales en la vida de Jesús. Betania. El lugar de la amistad. Nazaret. El espacio de la vecindad.
Introducción:
Queridos amigos y amigas:
Parece que nos hemos de acostumbrar a relacionarnos mediante la tecnología ya que la situación de pandemia actual no nos permite la cercanía física.
No obstante hemos de agradecer a las diverses herramientas, en este caso el Zoom, la oportunidad que nos dan de ampliar la participación mucho mas allá del lugar en el que habitamos.
Por lo tanto, allí donde estéis sed bienvenidos a esta pantalla.
Hoy se cumplen 104 años de la muerte del Beato Carlos de Foucauld en Tamanrasset.
Murió violentamente; solo y en una tierra hostil pero muy amada por él. Y ese “grano de trigo” caído en la arena del Sáhara, sin el saberlo, dio y da aún abundante fruto.
Powerpoint:
Betania y Nazaret: Dos lugares centrales en la vida de Jesús. Betania. El lugar de la amistad. Nazaret. El espacio de la vecindad. Carlos los medita y los pone en práctica en su vida de cada día. Es lo que veremos y oiremos seguidamente a través de la presentación meditación preparada por el Hermanito del Evangelio Xavier Gufflet.
Oración personal:
Una vez acabada la presentación guardamos un tiempo de silencio y oración personal “frente” al sagrario abierto en la capilla del Pesebre de la casa de la Comunidad de Jesús en el pueblo de Tarrés, Lleida.
Textos para la reflexión y la meditación:
- Pablo VI en la encíclica Populorum progressio recuerda el ejemplo de Carlos de Foucauld, a quien se juzgó digno de ser llamado, por su caridad, el “Hermano universal”, y que compiló un precioso diccionario de la lengua tua-reg. Siguiendo este impulso, el papa Francisco termina su encíclica Fratelli Tutti con estas palabras: «Pero quiero terminar recordando a otra persona de profunda fe, quien, desde su intensa experiencia de Dios, hizo un camino de transformación hasta sentirse hermano de todos. Se trata del beato Carlos de Foucauld. Él fue orientando su sueño de una entrega total a Dios hacia una identificación con los últimos, abandonados en lo profundo del desierto africano. En ese contexto expresaba sus deseos de sentir a cualquier ser humano como un hermano, y pedía a un amigo: «Ruegue a Dios para que yo sea realmente el hermano de todos». Quería ser, en definitiva, «el hermano universal». Pero sólo identificándose con los últimos llegó a ser hermano de todos. Que Dios inspire ese sueño en cada uno de nosotros».
- Carlos de Foucauld analiza el comportamiento y las enseñanzas de Jesús que se ha convertido en la Luz de su existencia. Y a su amigo Henri de Castries le dice: “Jesús dijo, esta es su primera palabra a sus apóstoles, su primera palabra a todos los que tienen sed de conocerlo: ‘Venite et videte’. Empiece por “venir” siguiéndome, imitándome, practicando mis enseñanzas, y luego “verás”, disfrutarás de la luz, en la misma medida que habrás practi-cado … “Venite et videte”: He visto tanto en mi experiencia la verdad de es-tas palabras ”.De ahí la recomendación que hará años más tarde a quien será el continuador de su carisma después de su trágica muerte Louis Mas-signon: “Encuentre tiempo para leer algunas líneas de los santos evangelios […] para empaparse del espíritu de Jesús leyendo y releyendo, meditando y revisando constantemente sus palabras y sus ejemplos; que hagan en nues-tras almas como la gota de agua que cae y cae sobre una losa, siempre en el mismo lugar ”.
- Las largas horas pasadas, por el hermano Carlos, delante del taberná-culo le permitieron dejarse habitar por el corazón de Jesús, dejarse transfor-mar por él, llegar a ser «hermano universal». Es observando el Cristo en la cruz, especialmente aquél que el mismo pinta sobre el tabernáculo de su ca-pilla. Y también en la celebración del sacrificio la misa y la comunión con el misterio pascual, que poco a poco pudo abrir, su corazón a las dimensiones del corazón de Cristo. Comprendió el amor universal de Jesús. Quiso imitar-lo, se dejó transformar por él para convertirse en hermano universal. La toma de conciencia de esta exigencia de fraternidad va a conducirle a gritar en contra de las injusticias coloniales, de las cuales fue testigo. Tanto más cuando vienen de personas que se dicen cristianas y que toleran aún la es-clavitud. Lo hará incluso con vehemencia: “Desgraciados vosotros hipócritas que ponéis en los sellos y por todas partes: “Libertad, Igualdad, Fraternidad, Derechos humanos”, y que claváis los hierros de los esclavos… que permitís robar niños a sus padres y venderlos públicamente; que castigáis el robo de un pollo y permitís el de un hombre”. El hermano Carlos no podía soportar de ver a sus hermanos del Sahara humillados, tratados con menosprecio. Se las tenía con estas personas, consideradas como “cristianas”, y que oscurecían el mensaje fraternal y liberador de Cristo.
- El sueño de Foucauld, a partir de 1908 y plasmado en el Directorio, fue constituir una especie de red formada por cristianos cons-cientes de ser todos llamados a convertirse en evangelios vivos, anunciado-res del Evangelio del Amor, cualquiera que sea su condición, casados o no, ordenados o no, como la pareja Priscila y Aquila compañeros de san Pablo: “Estos cristianos están invitados a ser una predicación viva: cada uno de ellos debe ser un modelo de vida evangélica; viéndolos, hay que ver qué es la vida cristiana, qué es la religión cristiana, qué es el Evangelio, qué es Jesús. Deben ser un Evangelio vivo: las personas alejadas de Jesús deben, sin libros y sin palabras, conocer el Evangelio mirando como es su vida ”.
Plegarias:
- Señor sana los corazones de aquellos que han perdido a sus seres amados en esta pandemia. Ayúdanos a levantar la economía quebrantada y reconforta a los que han sufrido sus consecuencias. Qué logremos así conseguir la estabilidad necesaria para mantener la paz en la sociedad. Oremos...
- Señor que las personas afectadas en los potentes huracanes que últimamente han asolado la costa caribeña y Centro América reciban la ayuda necesaria para paliar sus actuales carencias, reconstruir y también prevenir nuevos envistes climatológicos. Qué en medio del dolor sientan la presencia de Dios y el consuelo del Espíritu Santo, Oremos...
- Que todos aquellos que se ven obligados a abandonar sus hogares a causa de la guerra, la pobreza o cualquier tipo de persecución, encuentren techo y alimento, así como una adecuada hospitalidad que les proporciones seguridad y bienestar. Que se restablezca pronto la normalidad en sus países de origen para que puedan regresar, retomar sus vidas, expresar su voz y vivir en paz. Oremos...
- Qué aquellas zonas de la madre Tierra que han sido destruidas por el cambio climático o por la depredación de los seres humanos logren recuperar con el tiempo, gracias a Tu ayuda y nuestro esfuerzo, su belleza natural, su productividad y su función protectora. Haznos sensibles al cuidado del planeta Oremos
Oración del Abandono