Oración del hermano Carlos para el adviento

Para rezar en este tiempo y ayudarnos a caminar hacia la Navidad.                                                                 

 
¡Veinte días todavía! El Tiempo se acerca…
Pero aunque ese día esperado será dichoso, ¡cuán dulce es ya el presente!
Estás ahí, Dios mío, oculto en el seno de María,
estás ahí en esta casita, adorado por Ella y por José y los ángeles.
Llévame con Ellos, mi Señor.

Señor mío y Dios mío, cuando estoy en tu Santuario,
al pie del Tabernáculo, ¿no estás tan cerca de mí
como lo estuviste de san José durante el Adviento?
Cuando Te das a mí en la Santa Comunión,
¿no estás tan cerca de mí, tan en mí, como lo estuviste en la Santa Virgen?

Dios mío, qué feliz soy, qué feliz soy.
Pero Señor, Te lo suplico, conviérteme,
haz que sea, al pie del Tabernáculo, en la Santa Comunión,
lo que deba ser; que deje de estar indiferente, adormecido ante tu Altar,
que ya no reciba tibiamente tu Cuerpo divino.
 
Conviérteme

Conviérteme, conviérteme, Señor mío, ¡Te lo pido en tu Nombre!
Recuérdame que prometiste conceder todo lo que Te pidamos
en tu Nombre y dar el buen espíritu a quien lo pida.

Dios mío, dame el buen espíritu, tu Espíritu, y hazme pasar este Adviento
y todos los días de mi vida de manera que te glorifique tanto como pueda;
tanto como me sea posible, tanto como sea tu Voluntad para mí,
no tanto como es posible para la Santísima Virgen o san José,
tanto como sea tu Voluntad para mí, tanto como sea posible
con las Gracias que Tú me das;

Llévame con tus santos Padres tan amorosamente,
humildemente, inundado y perdido de admiración, de contemplación,
de amor, a Tus pies y durante este Adviento y siempre.

Y esto que Te pido para mí,
Te lo pido para todas las personas,
y sobre todo para aquellos por quienes debo rezar especialmente,
en Ti, por Ti y para Ti.

Amén.